Archivos Mensuales: septiembre 2015

Un flip-flop lo tiene cualquiera

madona
En otras palabras es levantarse para caer y volverse a empinar. De ahí que la mejor metáfora de este continuo acontecer de la vida cotidiana de un hombre y de una mujer es el “chancletear”, incluso existe una marca de sandalias con este sustantivo inglés. Los lectores de tiras cómicas encuentran continuamente el “flip” y el “flop” como onomatopeyas de caer y de brincar. Los muy optimistas relacionan el flip-flop con un pequeño desliz, esto es, una de las tantas volteretas que se tiene en la vida, así se termine en la boca de un tobogán. Los que sí pueden dar razón de estas encumbradas, descabezadas y rehabilitadas son los ídolos creados por la industria del espectáculo y los medios de comunicación: ellos danzan en frágiles pedestales de donde despeñan como quebradizas porcelanas para ser recogidos en fragmentos por las incondicionales manos de sus fanáticos. La vida de Madona es un ejemplo de flip-flop: más se demora en erguir su cuello de jirafa, para tenerla patas arriba debajo de la tarima.

El caraqueño don Andrés Bello

andres bello «Allá, más allá de los allases” debe estar revolcándose en la tumba este “excelente poeta, ilustre filólogo, erudito estimable, diplomático discreto, político ponderado y pensador singular.” Así lo califica la Enciclopedia Biográficas en Línea. Y no es para menos después de que millones, no y “millonas”, de americanos recibimos de herencia suya cerca de 20 tratados, en el campo poético, jurídico, pedagógico, filosófico, científico, y en forma también admirable, una Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos (1847), una Gramática de la lengua latina (1838), el Análisis de los tiempos de la conjugación castellana (1841), los Principios de la ortología y métrica de la lengua castellana (1835), un Estudio sobre el Poema del Mío Cid (1816), un Esbozo de la gramática castellana y otro Estudio de la raíz de todas las ciencias relativas al lenguaje. Muy justo que tratemos mejor a esta grandiosa lengua; no lo dudemos “ni siquiera un milímetro de segundo”.