Archivos Mensuales: febrero 2022

Antropofagia y canibalismo(dos miradas)

En sentido estricto se aplica el calificativo de antropófago a todos los seres vivos que devoran tejidos humanos, incluyendo a las plantas; por otro lado, se denomina caníbal a todos los animales, incluyendo a seres humanos, que devoran seres vivos de su misma especie. Así, por ejemplo, un león y un tigre son antropófagos, mientras que la mantis religiosa es caníbal, así como los nativos caribes, los cuales atacaban a los Arahuacos de las llanuras costaneras de Colombia y Venezuela, para conseguir botines, y de paso capturaban a los niños a los cuales castraban y criaban para comérselos.

También se practicaba el canibalismo, pero en contextos ceremoniales de carácter religioso, en el México prehispánico, en las culturas guaraníes de la región amazónica, entre uruguayos, paraguayos, bolivianos y los del nordeste de Argentina. Fray Bernardino de Sahagún relata una fiesta del segundo mes azteca, en estos términos:

“Después de haberle sacado el corazón se echaba la sangre en un recipiente de barro, el cual bebía el dueño del muerto, luego echaban el cuerpo a rodar por las gradas abajo e iba a parar en una placeta, de allí lo tomaban unos ancianos y los llevaba a un comedor donde lo despedazaban y repartían, no sin antes enviarle al joven gobernante Moctezuma un muslo para que comiese; lo demás lo servían a los parientes en la casa del que cautivó al muerto. Allí cocían la carne y se repartía en filetes en una cazuela con caldo y arepa.”

Todo lo anterior está referido al canibalismo como el hambre de proteínas de la especie, pero en cuanto al canibalismo desde las pulsiones sexuales, es necesario mirarlo desde la forma simbólica, esto con los aportes de Peggy Reeves, Freud, Jung y P. Ricoeur.

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