Meteorismo y flatulencia

Los sonidos comúnmente asociados con la flatulencia se producen por la vibración de la apertura anal, y cuyo sonido varía dependiendo de lo contraído que se encuentre el músculo del esfínter y la velocidad a la que se expulsa el gas, así como otros factores  tales como la humedad y la grasa corporal.

El gas presente en el intestino está constituido básicamente por nitrógeno, oxígeno, hidrógeno, dióxido de carbono y metano, los cuales provienen de la producción intestinal y del aire que tragamos (aerofagia) al comer deprisa y al hablar mientras masticamos. Existen muchas circunstancias que también están asociadas al aumento de producción de gas: situaciones de estrés, ingesta de alimentos ricos contenido de fibra, manzanas, ciruelas, uvas, pasas, alimentos dietéticos y bebidas alcohólicas, entre otros.

¿Por qué se denomina meteorismo a la salida intermitente y sonora de gases? Este rebuscado término no es más que una metáfora llamada metonimia, en donde se designa una cosa o fenómeno por otra relacionada, y en este caso, por el lugar de procedencia. Así que un meteoro, según el griego,  es algo que viene por en el aire, llámese, rocas, luces, tornados,  truenos y hasta fuego.

Los expertos en fenómenos atmosféricos no deben sentirse muy entusiasmados en sacrificar el vocablo objeto de sus conocimientos: la “meteó”, para hacer alusión a la fuga de gases por el intestino y expandirse por la atmosfera con un olor indeseable para las apéndices nasales, además del sonido tipo crujido, similar al rum, rum, de una motocicleta de alto cilindraje en un semáforo en rojo.

Veamos ahora algunas curiosidades relacionadas con las flatulencias:

Pedos fúnebres: todo cadáver sigue soltando gases y eructos tres horas después de morir y antes de la rigidez.   

Olor de flatulencia diagnostica enfermedades: médicos chinos dictaminan enfermedades digestivas oliendo los pedos de sus pacientes.

Ropa interior para neutralizar los pedos::  la empresa USA Shreddies puso a la venta en 2013 una línea de ropa interior para tal fin.

Eproctofilia:  excitación sexual por el sonido y/o el olor de las ventosidades.

Benjamin Franklin experto en pedos:  además del pararrayos dedicó los últimos años a estudiar las flatulencias buscando hacerlas inofensivas y agradables.

Todos peemos más de 10 veces al día: esto equivale a 2 litros de gases, lo suficiente para inflar los globos de una piñata.

A mayor altura, mayor número de flatulencias: las compañías aéreas utilizan filtros de carbón en el aire acondicionado para absorber el olor de los cuescos.

En la Roma Antigua los comensales podían peer. El emperador Claudio promulgó un edicto que estipulaba cómo éstos debían peerse durante las comidas.

Entre más caliente es un pedo, mayor es su velocidad de dispersión:  por tanto, los pedos en las costas tienden a ser más olorosos.

James Joyce tenía inquietante obsesión por las flatulencias: podía distinguir los pedos de su esposa Nora en cualquier reunión de mujeres, y tenía un riguroso cuadro de clasificación de las flatulencias. 

Las mujeres son más flatulentas que los hombres: y aunque éstas son más cautas, sus peos son más olorosos por tener más componentes sulfúricos.

Oler gases reduciría el riesgo de cáncer: científicos de la U. de Exeter, en el Reino Unido, creen que con oler gases estomacales se pueden evitar ataques cardiacos, artritis y demencia, ya que ayuda a preservar la mitocondria.

El primer chiste sobre flatulencias fue de los sumerio de 1900  a. de C. : lo etiquetó Paul Mc.Donald de la U. de Wolverhampton. Hablaba de que una joven mujer no se debió haber tirado un pedo en el regazo de su marido.

Escatofilia, coprofilia, coprolagnia (otra visión)

Los gustos sexuales son muy personales y a veces sorprendentes, tanto que increíblemente son muchas las personas que obtienen placer con situaciones de lo más insospechadas, como por ejemplo las parafilias relacionadas con las heces fecales, tales como el placer sexual producido por la propia función excretora o la de las otras personas (escatofila); el deseo de olfatear, saborear e ingerir excrementos (coprofilia); el goce por el solo contacto físico con las heces (coprolagnia). 

La caca son los restos de alimentos que las bacterias han fermentado en el intestino delgado y que éste no puede digerir ni absorber. Las excreciones son principalmente agua, en un promedio aproximado de 75%; el segundo ingrediente es la biomasa bacteriana, tanto de organismos vivos como muertos, que constituye el 25-54% de su peso; el resto son carbohidratos, fibras, proteínas, grasas y células epiteliales no digeridas de las paredes del tracto gastrointestinal.

Hablar de excrementos, aunque no es un tema agradable para la mayoría de las personas, sí debemos al menos respetar su ubicuidad: la mierda está en todas partes y une a todo el reino animal, pero solo el cerebro humano ha llegado a evadir su olor a lo largo de la evolución; rechazo que aparece sólo después de la primera infancia, dado que forma parte de nuestro llamado sistema inmune conductual, como forma de protección de los patógenos.

Pero dejando a un lado esta postura de la ciencia médica y buscando el criterio psicoanalítico encontramos el concepto de pulsión el cual explica las relaciones con el objeto y la búsqueda de satisfacción. Jacques Lacan agrega a las pulsiones planteadas por Sigmund Freud, las del pecho materno (en la fase oral) y las heces fecales (en la fase anal).  Así que boca, ojos, oídos, nariz y ano son los orificios de cuyos bordes partiría la satisfacción de las pulsiones.

El olfato fue el generador de gran placer durante la fase oral, y el que estableció el primer vínculo entre el bebé y la madre, y que causó gran satisfacción durante la fase anal con todo su juego excrementicio. Pero este placer cae muy pronto bajo el manto de la represión. La educación del niño empuja a que lo olfatorio sea apartado y, de manera directa, relacionado con el asco, la vergüenza y más tarde la moral.

Ya de adultos, en el fondo de las frustraciones y desaciertos los humanos buscan atrapar, a partir del órgano más primitivo de especie animal, el sustituto de aquel objeto libidinal, y así descargar las pulsiones esnifando o succionando odoríficamente el adentro y afuera de aquel ser que puede calmar su hambre sexual; de ahí que se olfatee su cuello, sus axilas, sus genitales, sus pies y su ano.

Ahora bien, dado que los olores, más que cualquier otro sentido, evocan mejores memorias de la primera infancia se puede retrotraer aquel juego excrementicio, recordando el olor de las propias heces e introyectar simbólicamente al otro como objeto de las pulsiones sexuales, olerlo, saborearlo y degustarlo como parte de nosotros mismos; sentir que sus heces tienen el mismo olor que las nuestras, su misma textura y temperatura cuando las palpábamos y amasábamos con nuestros dedos.

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Alopatía /homeopatía/biomédica

La medicina alopática es el sistema tradicional por el cual los médicos y otras profesionales de la salud (enfermeros, terapeutas y farmaceutas) tratan síntomas y enfermedades por medio de medicamentos, radiación y cirugías.

Método: El término alopatía proviene del alemán allopathie, y éste de las raíces griegas “allos” [otro, contrario, distinto], y “patos” [sufrimiento]. La alopatía usa de un medicamento distinto o contrario a la enfermedad: Contraria contrariis curantur (lo contrario cura lo contrario).

La medicina  homeopática o medicina energética, integral, natural y sutil estimula los propios sistemas inmunitarios y defensivos del cuerpo, iniciando así el proceso de curación. Creada en 1796 por Samuel Hahnemann, basada en su teoría de que una sustancia que causa síntomas de una enfermedad en personas sanas curará lo similar en personas enfermas.

Método: Partiendo del principio similia similibus curantur, emplea remedios que producen los mismos síntomas que se quiere curar.

La medicina biomédica aplica principios y técnicas de la ingeniería al campo de la medicina. Se dedica principalmente al diseño y construcción de herramientas y tecnologías, como equipos electrónicos para hospitales, prótesis, dispositivos de diagnóstico y terapia; análisis de genoma humano, imágenes de rayos X, resonancias magnéticas, entre otros, con la ayuda de conocimientos de química, biología, física y matemáticas.

Metodo: Cuenta con tres importantes pilares que son la electrónica donde se desarrollan circuitos electrónicos para adquirir datos y conocer cómo procesas estos datos para crear soluciones de hardware y software; las ciencias de la vida que también se conocen como bioquímica, biología, patología, fisiología y genética para preservar y mejoran la calidad de vida de los seres humanos, además de la medicina alopática.

CHAMÁN

Persona que canaliza la energía de los objetos dotándolos de nuevos poderes y significados.  Los Chamanes tienen un dominio de sí mismos que les da acceso a aspectos de la realidad a los cuales las demás personas no acceden.

El tratamiento y diagnóstico que realiza el chamán rebasa el conocimiento y capacidades del común. Su método es la adivinación, de igual forma y con las mismas semillas y ramas con las que lo hicieron sus antepasados prehispánicos.

San Pedro es el santo que cuida a los Chamanes, tanto entre los Nahuas como entre los Mayas.