Archivos Mensuales: May 2023

Hibristofilia o amor bandido

Con este término en 1986 el Dr. John Money definió el placer sexual por una pareja que cuenta con un buen prontuario de crímenes, robos, atracos y desmanes contra la sociedad. La palabra proviene del griego hubrizein, que significa «cometer una atrocidad contra otro» y «philia«, que quiere decir “gusto o placer”.

Se habla de una hibristofilia pasiva cuando se trata de groupies o personas fanáticas que se contentan sólo con enviar cartas o mensajes a hombres o mujeres que están en prisión por sus crímenes, pero que no tienen interés en formar parte de sus actividades delictivas. Muchas de estas personas afirman tener fantasías de rescatarlas, tener experiencias sexuales con ellas y hacerlas cambiar de conducta.

Del otro lado está la hibristofilia activa o real: aquellas personas, un poco más decididas, que logran hacerlas su pareja sentimental, formar parte de su «agenda criminal», ser sus cómplices y llegar hasta la manipulación. Pero sin ir tan lejos, vemos un embrión de hibristofilio activo en aquellos adolescentes que rodean al compañero malevo, provocador y sienten placer en acompañarlos en sus fechorías y en el abuso y acoso escolar.    

Fulano, mengano zutano y perengano

Cuatro nombres, digamos que genéricos, ya que no corresponden a ningún personaje que históricamente haya existido, pero sí son cuatro unidades lingüísticas destinadas a organizar u ordenar el discurso, esto es, que se usan en serie; así “fulano” precede siempre a las demás; “mengano” se usa después de “fulano”; zutano puede ir de segundo o de tercero, y la voz “perengano”, en último lugar.

¿Y de donde salen estos nombres? Todos proceden del árabe, excepto “zutano”, palabra latina que significa, sabio.  “Fulano” quiere decir, cualquier persona; “mengano” significa, quien sea, y casi siempre va acompañado de “fulano”. Perengano,  perencejo o perendejo es el menos utilizado, y se cree que salió de la unión de “Pérez” más “mengano”, o de “Pérez” más “vencejo”(labrador), o de “Pérez” más “dejo” (vello público).

También se pueden usar en diminutivo (fulanito y zutanito ), en femenino (esa zutanita) y perenganita), en plural  (esos perenganos) y con el apellido “de tal” (un fulano de tal).

Gentrificación

Termino inglés utilizado desde 1964 para estudiar los cambios sociales que se presentan cuando un proceso de renovación y reconstrucción urbana se acompaña de un flujo de personas de clase media o alta que suele desplazar a los habitantes más pobres de las áreas de intervención.

La palabra gentrificar procede de “gentri”, raíz inglesa  que significa clan o familia burguesa, y el sufijo latino “ficar”: llegar, invadir , ocupar. Este proceso, según arquitectos y urbanistas se divide en cuatro fases: degradación del barrio, estigmatización del mismo, su resignificación y posterior mercantilización. Muchas veces esto opera bajo presiones políticas y la injerencia de agentes externos.

Un claro ejemplo de gentrificación lo constituye la remodelación del sector La Candelaria en Bogotá Colombia el que, luego de múltiples problemáticas urbanas, se convierte nuevamente en residencia de las clases más acomodadas.

Berrinche

Un berrinche o rabieta, arrebato, pataleta, enojo, sofoco, batacazo o sofocación es un estado emocional extremo que le ocurre a los niños y a muchos adultos cuando no pueden obtener algo o cuando las cosas se les salen de control. Su intensidad es tal que sobrepasa la capacidad para reconocer o controlar dichas conmociones, y estas se expresan mediante gritos, llanto, golpes o zapateo, revolcones.

Actualmente algunos de los entendidos en el cuidado infantil sugieren que los padres o cuidadores cuando un niño está haciendo un berrinche deben dejarlo solo sin prestarle atención como tratando de darle un “tiempo de descanso”. 

Los padres de familia que disciplinan a los niños tomándoles fuertemente del brazo, sacudiéndolos o castigándolos cuando tienen dichas rabietas lo que logran es intensificar la ansiedad, la confusión y el estrés de un niño, el cual también tiene derecho a un desahogo y a liberar sus angustias. Cuando se s trata de un adulto, las peores estrategias son la burla, los consejos y la cantaleta.

En algunos países, un olor a berrinche equivale a decir a orines o a madriguera.