pasteliar

Sin títpasteliar ulo Verbo que referencia la utilización de cualquier modalidad de información analógica, digital, virtual o tecnológica, cuyo fin sea obtener resultados favorables en una prueba académica en donde se ha establecido con antelación la no manipulación de datos que serán el objeto del examen en cuestión. A dicha información tramposa se le denomina en España chuletas, y en el en el resto del mundo, pasteles, acordeones, machetes, chivos, chanchullos, colas o torpedos. Su utilización, incluso el intento de hacerlo, ocasiona sanciones que pueden ir desde la anulación parcial o total de la prueba, hasta cárcel en algunos países. Algunos estudiantes argumentan no estar haciendo trampa, sino manipulando ayudas didácticas. A continuación veremos algunas formas de elaborar trampas para los exámenes. Entre los pasteles tradicionales están el escribir respuestas en claves y en miniatura en trocitos de papel, en manos, brazos, piernas, uñas, en borradores, suelas de zapatos y calculadoras científicas; miradas de soslayo a las respuestas del vecino; comunicación mediante señales dactilográficas, lenguajes del cuerpo (tocarse el cabello, rascarse, la nariz, toser, girar la cabeza entre otros). En la actualidad los alumnos tramposos formas más sofisticadas de hacer trampas en las instituciones educativas, como cambiar el texto de la etiqueta de una botella de agua; escribir con letra invisibles mediante jugo de limón y leer con linternas que producen calor; celulares con cables y audífonos color piel; audífonos pequeñísimos (pinganillos) que van dentro de la oreja y un micrófono simulando el botón de la camisa; el GSM Pen, bolígrafo que se comunica con el móvil de respuestas por bluetooth a través de un micrófono en la parte posterior del mismo; cámaras que al interior de los anteojos hacen el papel de teleprompter; receptor de señales de telefonía conectado en las axilas, con micrófono en la solapa de una chaqueta; bolígrafos que escanean las preguntas y reciben las respuestas en una micropantalla en el cuerpo del mismo; relojes inteligentes que permiten entrar a bases de datos: todo esto, sin contar con hackers que ofrecen servicios para cambiar calificaciones en las universidades.

Acerca de Diccionario de Comunicaciones

Licenciado en Español y literatura, Magíster en lingüística. Investigador en lexicográfico. Publicaciones: Diccionario de Comunicaciones (tres ediciones), Manual de Expresión Escrita (dos ediciones).

Publicado el 16 febrero, 2015 en lingüística, P y etiquetado en . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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