Aduana de palabras


Relevo o sustitución de palabras o términos dentro de una determinada región por considerarse tabú; ej., un antioqueño al llegar a la Costa Atlántica no debe utilizar la palabra “chucha”, dado que allí este término significa “órgano sexual femenino”, por tanto deberá someterse a una aduana de palabras que le recomienda reemplazarla por “fara”, esto con el fin de no causar molestias ni ser mal interpretado por la comunidad.

Otro ejemplo curioso es el que se da en la Península Ibérica con la palabra “gilopollas” que en su etimología equivale a pensar con el pene y no con el cerebro. En los países suramericanos la aduana manda sustituirla por “pendejo”, “torpe”.

Ni pensar siquiera usar el ramplón anglicismo «fuck you», llamado en Colombia “pistola”. Aquí la aduana de palabras se va al piso pues cualquiera de sus equivalente son quizás más vulgares: jódete, chinga, que te follen, que te den por el culo.

Acerca de Diccionario de Comunicaciones

Licenciado en Español y literatura, Magíster en lingüística. Investigador en lexicográfico. Publicaciones: Diccionario de Comunicaciones (tres ediciones), Manual de Expresión Escrita (dos ediciones).

Publicado el 7 abril, 2017 en A, lingüística. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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